Escuchaba esta mañana en la Cadena Ser una información útil (así llaman a la cuña) en la que se decía que escuchar música con auriculares con un volumen alto puede causar daños permanentes al oído. Supongo que cualquiera con un poco de sentido común ya se había imaginado algo así y no era necesario ningún estudio que avalara tal resultado, y tal vez ni siquiera publicitarlo de esta manera. A mi lo que me preocupa es esta moda cada vez más extendida de los jóvenes de ir escuchando música con los cascos, aislados del mundo y cada vez en más situaciones. Porque en el fondo lo que revela es una actitud de indiferencia, de desinterés y de despreocupación hacia el mundo exterior, en definitiva, de falta de compromiso con nuestra sociedad.
Yo que trabajo todos los días con adolescentes observo que sus preocupaciones están totalmente circunscritas a su alrededor más próximo y más superficial: la ropa, la música, los amigos y amigas, etc.; y existe un desinterés absoluto hacia cualquier otra cosa. Por eso, es fundamental proteger y alentar el compromiso de aquellos pocos que sí demuestran un interés incipiente hacia sus compañeros, su entorno escolar o su sociedad, en cierto modo como si protegiéramos un individuo de una especie en extinción. Porque es posible que la política tenga mala imagen, pero es necesario (y será necesario) que algunas personas trabajen en pos del bien común, para hacer nuestra vida un poco mejor o simplemente que seamos más felices. Y entre más sean y más intercambio de ideas y opiniones haya más enriquecedor será el debate y mejores las conclusiones que se obtengan.
Por eso, experiencias como la del Consell de Xiquets i Xiquetes son tan importantes, porque desde bien pequeños, nuestros niños y niñas, pueden percibir que se puede participar (e influir) en el debate público para que se tenga en cuenta su opinión, no importa la edad que tengan. Y van aprendiendo cuáles son los mecanismos de participación de la sociedad en la que viven, es por tanto, democracia y formación para la ciudadanía en primera persona.
Por eso estoy orgulloso de vivir en un pueblo como Alaquàs, donde el tejido asociativo es numeroso y rico, y son muchas las actividades que desarrollan, lo que demuestra que los vecinos y vecinas de Alaquàs queremos influir de manera positiva en la vida colectiva de todos. Ya sea desde una vertiente lúdica, cultural o deportiva, eso es lo de menos, estamos comprometidos con la realidad en la que vivimos. Y eso es muy positivo porque nos da energía como pueblo; energía que se transforma en vida, el tipo de vida que se alimenta desde las raíces y nos permite crecer con salud.
Por eso, COMPROMISO es una de los valores en mayúscula que tengo escrito en la nevera de casa, para que mis hijos crezcan desde bien pequeños, sabiendo lo importante que es estar comprometidos con la comunidad en la que viven.
Por eso es tan útil un blog, porque permite, de una manera fácil y cómoda, establecer una comunicación rápida y eficaz con vosotros, los lectores, que de alguna manera, también sois lectores comprometidos con Alaquàs o la política local en general; o conmigo en lo personal.
Saludos.
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